Aunque -a diferencia de un inmenso número de aficionados a los relojes- los aviones no me apasionan demasiado, ni el mundo de la aeronáutica, sí que siento una especial relación con los dirigibles o "Zeppelins". De hecho, más que las motos, los coches o los barcos, estos son el medio de transporte que más me atrae.
Curiosamente, por desgracia, hoy día apenas se les puede ver, mucho menos viajar en ellos o utilizarlos diariamente como nuestro transporte común, y eso a pesar de todas sus bondades y su poca agresión al medio ambiente. Por eso me he permitido titular este artículo tomando la frase de aquel famoso documental que decía: "¿quién mató al coche eléctrico?". Y es que, ahora que los coches eléctricos parecen volver, tal vez a todos los amantes de los dirigibles nos quede aún la esperanza de ver a estas bellezas de la ingeniería volver a surcar los cielos.
Como tantas otras cosas en la historia, para ciertos hechos hay varias explicaciones: una es la oficial, la "legalmente" asumida y reconocida, y otra es la más sugerente (y a veces más ajustada a la realidad) que no escriben los vencidos, sino las víctimas. La primera nos cuenta que los dirigibles dejaron de utilizarse cuando ocurrió el desgraciado accidente del Hindenburg el día 6 de mayo de 1937. Aquel dirigible, cargado de hidrógeno, explotó en el aire llevándose por delante la vida de 36 de sus 97 ocupantes y causando tanto revuelo y alerta (por la espectacularidad del accidente) que las autoridades decidieron prohibir sus vuelos. A esto colaboró una campaña feroz en la prensa contra ellos, y la ocultación de datos (solo mucho tiempo después se sabría que el Hindenburg contenía un recubrimiento de polvo de aluminio, muy inflamable y difícil de extinguir, en sus lonas).
Pero la otra historia nos habla de cosas diferentes. El gas utilizado en el Hindenburg era el hidrógeno, muy peligroso, en lugar de contar con otros gases, como el helio, mucho más seguros.
Es inexplicable que se haya preferido la aviación y los aparatos como aviones, en lugar de los dirigibles, esgrimiendo razones de que son más seguros, cuando la realidad nos dice otra cosa.
Los accidentes de aviones no solo han sido más numerosos que los de los dirigibles, sino que han tenido más víctimas, e incluso en las fases de pruebas han fallecido numerosos pilotos experimentados. Que los dirigibles son más seguros es evidente, pero ¿por qué se han dejado de utilizar, y se ha cesado su desarrollo? Pues por intereses de la industria de la aviación en unos tiempos donde la aviación era mucho más cara y necesitaba crearse su espacio para crecer. Una guerra parecida a la que tuvo el coche eléctrico frente al motor de combustión a principios del siglo pasado.
Los dirigibles competían con la aviación y en los años 30 y 40 la lucha entre ellos era feroz. Las compañías aeronáuticas buscaban la oportunidad para denigrarlos, y encontraron la excusa perfecta con el accidente del LZ 129 Hindenburg, favoreciendo así las aerolíneas con aviones.
La utilidad de los dirigibles ha quedado fuera de toda duda en muchas ocasiones. En la Segunda Guerra Mundial ayudaron significativamente al desembarco de tropas en Normandía (el cielo no estaba poblado solo de C-47, sino, y sobre todo, de dirigibles), y en el terremoto de Los Angeles en 1994 se utilizó un dirigible para enviar mensajes a la población.
Por desgracia, el dirigible o Zeppelin cesó su desarrollo durante decenios, si se hubiera seguido avanzando recurriendo a nuevos materiales y sistemas de guiado y navegación, ahora mismo muchos de nosotros podríamos estar yendo en dirigibles, o usarlos en nuestro tiempo de ocio. Y es que las ventajas de los Zeppelin son muchas, una de ellas es el ahorro de combustible, ya que para volar no requieren de un motor como los aviones o helicópteros. Además, gracias a que pueden desplazarse aprovechando la fuerza del aire, pueden guiarse para que no consuman nada durante muchos kilómetros de recorrido. Imagínate poder estar viajando sin consumir apenas nada de combustible, fotografiando y viendo tus lugares preferidos desde el aire. Por supuesto, no estoy hablando de que cada uno tengamos un Zeppelin o dirigible con una cubierta del tamaño de un campo de fútbol, sino de dirigibles compactos y utilitarios, que podrían ser del tamaño de una furgoneta. Pero eso no interesa a las multinacionales, porque supone independencia y no contar con ellas, prefieren mas bien que pagues tu billete de avión y que uses sus coches y combustibles, antes que la libertad que nos darían los dirigibles, que podríamos utilizar durante miles de kilómetros sin repostar.
Sólo ahora, cuando se está viendo la dependencia energética y la enorme contaminación, la gente empieza a darse cuenta de este tipo de inventos, de este tipo de adelantos que en su época eran grandes alardes técnicos y tecnológicos y de los que se esperaban grandes evoluciones, y que los intereses monetarios de grandes fortunas y de hombres con poder se encargaron de malograr y de interrumpir, impidiéndonos que podamos tener la libertad que, de otro modo, esos inventos nos habrían otorgado.
Curiosidades
- Los submarinos alemanes hundieron alrededor de 532 barcos durante la Segunda Guerra Mundial. Pero en torno a los 89.000 barcos de todo tipo que eran escoltados por dirigibles, ninguno de ellos resultó hundido.
- Los dirigibles modernos están llenos de helio, un gas monoatómico (de un solo átomo) no inflamable.
- Los viajeros y tripulación viajan en una cabina especial aislada del gas, llamada barquilla o góndola.
- Las aletas posteriores tienen como misión la dirección y elevación. Los dirigibles pueden desplazarse a los lados con el timón, y subir o descender con las aletas.
- Un dirigible se apoya en un motor para moverse, pero para sustentarse no requiere energía alguna. Por eso se dice que un dirigible posee sustentación aerostática, mientras que un avión o un helicóptero posee sustentación aerodinámica.
- El dirigible Hindenburg sigue siendo la mayor aeronave jamás fabricada por el hombre.
- Amundsen utilizó un dirigible en su expedición al Polo Norte.
- Zeppelin sigue fabricando dirigibles, aunque en la actualidad se utilizan principalmente para publicidad. Los más famosos son los Wingfoot de Goodyear (LZ N07-101). El fabricante de neumáticos sustituirá sus tres modelos GZ-20 anteriores, por estos nuevos.
| Redacción: CODE Intermedia | codeintermedia.com
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