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13.11.17

¿Por qué Nokia les retiró la grabación de llamadas a sus móviles?


Esa es una cuestión con la que una y otra vez me he dado de bruces al intentar encontrar un teléfono móvil básico. Recuerdo mi antiguo Nokia E61 muy bien. En un lateral de su magnífica carcasa hecha íntegramente en aleación aluminio-magnesio, incorporaba los botones de volumen y, debajo de ellos, un botón muy especial: si lo pulsabas estando el móvil en stand-by, te lanzaba la grabadora de voz pero, si pulsabas estando en medio de una conversación, te la grababa. Si volvías a pulsarlo, detenías la grabación. Así de simple. Así de sencillo.

Podríamos pensar que ese era uno de aquellos maravillosos Symbian y, como tal, ofrecía funciones avanzadas, pero no era el único.




Antes de que los directivos de Nokia "escaparan por patas" ante el pánico que les producía el éxito del iPhone, habían lanzado toda una suerte de fantásticos teléfonos móviles. Son esos los más apreciados hoy en día, y entre ellos se encontraba uno muy sencillo: el Nokia 2690. Éste móvil, de la serie S40, tenía una interesante opción en su menú de llamada: la posibilidad de grabar la misma. Como en algunos países hacer la grabación de llamadas estaba prohibido si no se le informaba de ello a nuestro interlocutor, Nokia le había ideado un sistema para advertírselo a la otra persona. Consistía en un pitido repetitivo (que no se grababa, por cierto, un buen detalle que conviene señalar) que surgía en cuanto se activase la grabación de la llamada.

No era el único que disponía de esa opción, otros modelos también la tenían, como el Nokia 3500, el Nokia 5300, o el Nokia 6151.


No tardó mucho en iniciarse el principio del fin de Nokia, y en aquellos sus últimos años hicieron una reestructuración de todo su catálogo. Fueron los años en los que sus modelos, que se denominaban por números de millar, pasaron a denominarse por una letra y un número: X-2 (para las variantes X-Music, destinadas al entretenimiento), C-3 (para las variantes básicas), N-x (para las variantes más elitistas y sofisticadas), etc.

Así, mientras que antes sus teléfonos donde primaba el diseño eran la serie 7x, en los que primaba el lujo la serie 8x, los básicos la serie 1x, etc, ahora esa clasificación desaparecía.


Fue entonces cuando aparecieron los teléfonos sustitutos de los de numeración, y el sustituto natural del 2690 pasó a ser el C-1. Este móvil era bastante parecido, prácticamente calcado a su predecesor, pero con un firmware mucho peor que y, además, Nokia le había retirado la función de grabación de llamada.

Cuando pasó a manos de Microsoft y éstos comenzaron a renovar la gama con sus Lumia y demás, esa función ya quedó totalmente ignorada.


Como he dicho la razón es que en muchos países esa función está prohibida y, en teoría, no se pueden comercializar teléfonos móviles con ella. Esto viene de muy antiguo y, si mal no recuerdo de mis tiempos en el canal de ayuda telefónica, Nokia llegó a lanzar modelos con firmware en el cual para unos países la podías usar, y para otros te venía desactivada de fábrica.

Puede que, en efecto, en algunos países esa función esté prohibida, y entonces Nokia para curarse en salud tiró por la tangente y, simplemente, retiró esa función de todos sus teléfonos. Pero eso no explica cómo hay otros fabricantes, como Samsung, que venden también sus móviles en el mercado global, y ofrecen esa función para todos sus teléfonos. O la propia Telefunken, que también la ofrece.


Para más escándalo en España se da un hecho curioso: aquí entras en un portal, en un edificio de oficinas o vas a un parque, y te graban sus cámaras de videovigilancia, y no te puedes negar. Y aunque por ley tengan que poner bien claro, en carteles, quién va a ser el responsable de esas grabaciones que te hacen, nadie lo pone. Ni siquiera en las administraciones lo ponen. Otra amenaza que tampoco podemos evitar a nuestra privacidad, es que si llamas a un servicio de emergencias, a la policía o a tu misma compañía de la luz o de teléfonos, automáticamente te graban la llamada. Y no te puedes tampoco negar. No puedes hacer nada salvo aguantarte y callar. Pero resulta que quieres llamar a tu novia, a tu novio, a tu madre o a tu hermana, y quieres grabar su voz -porque te gusta, porque quieres recordar cierta información y no tienes bolígrafo para anotarla, o porque te apetece y punto, por lo que sea- ¡y no puedes! ¡Te lo prohíben! Es inaudito que una multinacional pueda grabar tu voz para autoprotegerse ellos (o para partirse de risa después por tu voz de pito), y sin embargo, cuando nosotros "pobres ciudadanos" que solo tenemos voz y voto en época electoral, queremos hacer uso de esa posibilidad, tenemos que aguantarnos y callar.

¿Por qué no prohibieron las cámaras de fotos en los móviles? (Algo de la que ya hablé en otras ocasiones, y realmente decían que se iba a legislar), simplemente porque hay muchos intereses creados. Claro, a las grandes operadoras, a las poderosas compañías de Facebook e Instagram, les conviene que los móviles y smartphones tengan cámaras porque así pueden cobrarte al usar más sus redes de datos y, a la vez, te anclan y te esclavizan a sus servicios. Que nadie nos obliga a usarlos, pero están ahí y se usan, eso es un hecho. Pero como al contrario, la grabación de llamada es una función que no tira de datos, ni tiene mucha utilidad compartirla ni sacarían un centavo con ella, pues eso pueden prohibirlo. Creo que es más peligroso (al menos a mí personalmente me molesta más) que un completo desconocido me saque fotos por la calle con su móvil, que no que me graben la voz. Pero como los móviles están en todos lados, y todo el mundo tira de sus cámaras, tenemos que soportarlo sin rechistar.


Otros argumentan que es por seguridad, pero decidme un caso que por una grabación de una llamada alguien se haya metido en líos en las redes sociales. Apenas hay. Pero ahora ponte a mirar los casos en los que fotos y vídeos, subidos a la Red sin el consentimiento de la persona que aparece, han invadido la privacidad y la intimidad de las personas. Hay a puñados. Hay montones de esos casos.

Es obvio que la tecnología en sí no es mala, una persona puede usar para fines buenos y útiles tanto las cámaras de fotos, como la grabación de llamadas. Por ello es injusto que mientras cámaras de fotos y vídeos se permiten y campen a sus anchas (y encima cada vez con más calidad), y empresas y servicios de todo tipo y con los fines más insospechados graban tus llamadas sin darte ninguna otra opción, no se nos permita a nosotros tener en nuestro móvil esa función.

Por desgracia, mientras existan fabricantes que les bailen el agua a los gobiernos y no protesten (en el caso de las cámaras de fotos sí que protestaron), y gobiernos y multinacionales interesadas en que ellos puedan grabarte la conversación a ti, pero tú a ellos no, esto no cambiará.









| Redacción: CODE Intermedia | codeintermedia.com