No soy aficionado a la fotografía, en mis salidas al campo no voy cargando con una cámara al cuello (aunque tengo amigos que sí), ni tampoco soy muy amigo de ir con cuadernos de campo o de bocetos, que tan de moda se están poniendo últimamente, para luego subir sus páginas y compartirlas en las redes sociales.
Pero sin embargo lo que sí me gusta es la astronomía, observar las estrellas y la naturaleza. Y para eso nada mejor que un monocular o catalejo.
A los monoculares me acostumbré cuando utilizaba el telescopio de mi hermano, un gran aficionado a la astronomía, así que para mí el monocular es como un pequeño telescopio "de bolsillo". Si a eso unimos mi afición a los ovnis y a las montañas, se puede fácilmente entender por qué ese instrumento es para mí tan valioso.
Aunque la mayoría de gente usa los más populares prismáticos (binoculares), y no monoculares, estos últimos tienen unas grandes ventajas respecto a los primeros que los hacen, en lo que a mí respecta claro, mucho más atractivos. Una de las ventajas es su ligereza. Al carecer de solo "la mitad" del cuerpo de unos binoculares, los monoculares ahorran un considerable peso. Cuando los usas para ver a largas distancias eso es primordial, porque cualquier ligero movimiento o temblor hace perder la imagen y es realmente molesto.
Aunque los nuevos materiales han conseguido que bajen el peso de estos instrumentos ópticos notablemente, el monocular, por lo general, siempre tendrá menos peso.
Otra de sus ventajas es que podemos mirar el resto de la escena abriendo el otro ojo, sin necesidad de retirar ni apartar el objeto enfocado en el otro. Aunque los monoculares pierden en profundidad de campo, tienen a su favor que localizar el objetivo es mucho más rápido y, en cuanto coges un poco de práctica, resultan más útiles en este sentido que en un binocular.
Además, el monocular se puede utilizar indistintamente con gafas o sin ellas, y esto es útil para los que tenemos algún problema de visión, porque no son necesarias las gafas (aunque también dependerá de la falta de visión que cada uno tenga, por supuesto). En mi caso tengo problemas para ver de lejos sin gafas, pero sin embargo puedo usarlo perfectamente en el ojo que tengo ese defecto.
Por si todo ello fuera poco, y por razones obvias, unos monoculares son más baratos que unos binoculares, al menos comparativamente si comparten óptica y tecnología.
Antiguamente los monoculares solo disponían de la capacidad de aumentar el objetivo, pero los más modernos tienen sistemas de zoom incorporado e incluso hacen uso de tecnología de lentes polarizadas, revestidas con tecnología FC ("full coated"), MC ("multicoated") o, las más avanzadas, FMC ("fully multicoated"), que definen mejor los objetos.
En el mercado existen bastantes marcas de monoculares, algunos no pasan de ser simples "juguetes" con cristales de plástico, pero entre los fabricantes de renombre y más destacados podríamos citar a algunos como Trixes, Boshile, la firma norteamericana Tasco y la china Qanliiy.
Aunque los americanos de Tasco tienen muy buenos instrumentos, y están especializados en óptica, el hecho de que fabriquen también mirillas de francotirador fue decisivo para que no los eligiera, y en su lugar me decanté por los chinos de Qanliiy.
La compañía Qanliiy es un buenísimo ejemplo de a dónde están llegando los chinos en tecnología. Como en su día los coreanos, los chinos se han ido aprovechando de la monstruosa cantidad de recursos que les han puesto en las manos las industrias occidentales más avanzadas y ahora los están utilizando en su beneficio, creando sus propias compañías tecnológicamente innovadoras y de calidad asombrosa. Este tipo de compañías poco tienen que ver con esas otras "chinas" de los bazares, sino que están en otra liga y son un ejemplo del poderío latente que está surgiendo en China, donde ya fabrican casi todas las marcas del planeta.
Marcas como Huawei es otro de esos casos de éxito del potencial chino no solo como mano de obra, sino como fabricantes in situ y con tecnología propia. Tecnología que les ha llevado incluso a plantar cara a la más avanzada innovación militar estadounidense, como es el recubrimiento absorvente de ondas de rádar.
Por lo tanto, cuando hablamos de Qanliiy no estamos hablando de una marca china "de mercadillo", sino de una marca tecnológica que no construye productos bajo la marca de otros o licenciados, sino que lo hacen para ellos y con su propia tecnología, la cual, como ocurriera en la época de la URSS con algunas compañías rusas, está por delante de otros fabricantes mas conocidos en occidente. Qanliiy tiene su sede en en una de las mayores regiones fabriles de china, en Guanzhou, y es una firma enfocada a la tecnología optoeléctrica, de hecho lo lleva hasta en el nombre de la empresa: Qanliiy Optocicctronic, especializándose en la tecnología fotoeléctrica. Por eso una de las ventajas de sus monoculares es la extraordinaria nitidez de sus lentes gracias al uso del revestimiento más sofisticado.
En este caso el modelo de Qanliiy que os traigo es uno de los monoculares más potentes de la firma, y uno de los más potentes del mercado, cubriendo aumentos del orden de 100x con campos de visión de hasta 8.000 m. nada menos. Y recordemos que estamos hablando de un monocular de apenas 100 mm. de tamaño (108, concretamente), o sea, que cabe en un puño.
El problema de aumentar tanto el objetivo no está solo en la lente (que también), sino en cómo resolver el enorme defecto de esa cantidad de aumentos, que hace que el objetivo aparezca borroso y con multitud de aberraciones ópticas. Y es ahí donde entra el revestimiento y las capas cromáticas que añade Qanliiy para definir los colores. Tal es así que Qanliiy advierte en el manual que el objetivo puede alcanzar cuerpos tan distantes que en zonas con intenso calor puede llegar a interferir en la visión hasta la evaporación natural de la atmósfera y la radiación del suelo.
En el revestimiento de la lente del objetivo Qanliiy ha utilizado un tinte verde que reduce la aberración cromática, ha utilizado tecnología de multicapa total FMC para recoger la mayor cantidad de luz y favorecer su transmisión, aclarando la imagen incluso en ambientes nocturnos.
Por su parte, la lente del visor hace uso de la misma tecnología FMC con una capa azulada que "procesa" la imagen reforzando las definiciones de la misma.
Pero aún siendo esto notorio, este monocular de Qanliiy va más allá. Incluye tecnología de zoom para cubrir detalles, o sea: el monocular es capaz de hacer zoom "sobre sí mismo", sobre la lente de aumento, de manera que podemos cubrir detalles dentro del objetivo: una mano, un número de una matrícula, una hoja de un árbol... El detalle con el que es capaz de hacer ésto es, simplemente, impresionante.
Además, completan el monocular una serie de elementos de acabado muy valiosos. Por ejemplo, dispone de acople para un trípode, de manera que podemos mantener el monocular fijo sobre una plataforma o usarlo como telescopio improvisado. Otro buenísimo detalle es la magnífica zona de goma blanda que cubre el elemento del visor. Los monoculares (y binoculares) necesariamente necesitan que estén bastante pegados a la piel. Si, como ocurre con muchos, la parte del visor es de plástico (o incluso metal), nos molesta mucho cuando usamos gafas, y sobre la piel da una sensación fría y dura muy incómoda. Otros tienen visor recubierto de goma, pero preformado, de manera que solo puedes coger y usar el monocular en una única posición.
El de Qanliiy tiene lo mejor y elimina lo peor, ya que su visor no tiene zona preformada y puedes ponerlo como tú prefieras. La zona preformada es útil para una mirilla telescópica en un rifle de francotirador, pero desde luego no lo es para un monocular, y ésto, por fortuna, lo han tenido en cuenta en Qanliiy en este modelo (posee otros modelos que están preformados, no obstante).
Otro aspecto que es de agradecer es que el protector del visor no esté enganchado al cuerpo del monocular. Cierto que así podemos correr el riesgo de perderlo, pero teniendo en cuenta que un monocular va a estar mucho rato "en nuestra cara", tener ahí una tapa colgando es algo que se llega a hacer insoportable. Así que los de Qanliiy han tenido hasta eso en cuenta y la tapa se puede sacar entera y guardar.
Por último, y a pesar de todas estas características, el monocular de Qanliiy es excepcionalmente ligero. Pesa menos de 80 gr., y es uno de los más ligeros del mercado. Qanliiy dice que se han esmerado especialmente en ese aspecto, y realmente han hecho un buen trabajo. Una de las cosas que más me molestan de estos aparatos es su peso, y sin embargo desde que llevo usando el monocular de Qanliiy no me ha molestado en ese sentido para nada.
Tecnología, diseño, ligereza y comodidad, son las virtudes que se equilibran muy bien en este aparato de Qanliiy. Pero todo eso tiene un precio, y aunque resulte chocante y llamativo por ser una marca china, este monocular de Qanliiy es uno de los más caros del mercado comparado con sus competidores de los que hablábamos antes. Un ejemplo de que en China algo está cambiando, y que los buenos productos, aun siendo chinos, hay que pagarlos. Eso sí, a cambio obtienes un espectacular monocular capaz de acercarte objetivos y definirlos de manera proverbial. Es una lástima que en países como España no podamos presumir de tener fabricantes con una tecnologías así de avanzada.
| Redacción: CODE Intermedia | codeintermedia.com
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