No es la primera vez que traemos a Duraderos productos de Miquel Rius, ya cuando tuve ocasión de analizar su agenda compacta (una de las más pequeñas del mercado) me encantó, por la cantidad de información que aportaba, su útil diseño, y lo completa que era, consiguiendo sacarle el máximo partido al mínimo espacio, algo muy difícil de conseguir. Más aún, porque en MiquelRius lo habían conseguido sin acabar con un producto caótico o difícil de usar, logrando con ello una agenda además de utilizable, práctica.
Así que tener en mis manos sus logbooks era una tarea pendiente, más aún si tenemos en cuenta que sus logbooks, o libros en blanco (como también se les llama) es uno de los más completos, mejor pulidos y más prácticos del mercado, y su buena fama no es solo por el bien hacer y la dedicación que desde MiquelRius les ponen a todos y cada uno de sus artículos, sino que tiene también sus razones, y a continuación veréis por qué.
Primeramente tenemos la gran ventaja de que en MiquelRius contamos con multitud de diseños. Sus logbooks pasan por modelos juveniles, que pueden servir tanto para las (y los) estudiantes en sus viajes de fin de curso, o para que cuenten sus experiencias sobre el papel en sus estancias en el extranjero, sus vivencias mientras pasan el verano, y multitud de ocasiones parecidas. La ventaja es que, como contábamos cuando hablábamos de Unamuno, un logbook te permite realmente "desengancharte" del bombardeo tecnológico de hoy: no necesitas batería, no necesitas artilugios raros y está siempre disponible para cuando quieras recurrir a él, escribir tus pensamientos, ideas, o simplemente dibujar tus bocetos. Por eso este tipo de cuadernos tienen tantísimo éxito, tanto en personas mayores, como en jóvenes que quieren dar respuesta a sus ideas de otra forma, que reivindican un espacio más natural -la escritura lo es- sin tener que estar esclavizado a su smartphone.
Para los que buscan algo más serio, quizá para poner sus ideas y pensamientos en orden, o plasmar sus experiencias, MiquelRius ofrece su línea más exclusiva y tradicional, la Mr. Miquel Rius, en donde seguimos contando con la misma calidad de sus logbooks con una estética más elegante.
Desenfadada es, para lo que prefieren todo lo contrario, su línea TuttiConfetti, con logbooks aptos "para todos los públicos" y, en un formato medio, satisfaciendo los gustos o necesidades de los que piden tamaños menos tradicionalistas, o más espacio en sus hojas, la serie Nordic Colors, en donde encontramos formatos para todos los gustos en sus Flexible Top, o la Cartoné Design, en tamaño A6.
Como puedes comprobar, por falta de variedad no será, y en MiquelRius encontramos la opción que necesitamos con la calidad que esperamos.
Pero volviendo a sus logbooks, otra de sus características, que casi nadie de la competencia ofrece, es que MiquelRius añade un pequeño bolsillo, una solapa en la parte interna de la cubierta posterior, permitiendo que nuestro logbook se convierta en algo más que un compañero de nuestros momentos de reflexión (o desahogo) más íntimos. Así, podemos guardar allí alguna tarjeta, billetes de tren o autobús (o algún recibo o entrada, evitando con ello además que se arrugue), y no solo eso: en su caso, podemos llevar incluso una foto de algún ser querido, o alguna instantánea de algún paisaje que por cualquier razón nos resulte emotivo e inspirador. De esta manera, cuando vayamos a escribir en el logbook, podremos acceder a ella. Una gran ventaja de estos cuadernos, y un bonito detalle que los hace más prácticos aún si cabe.
En las líneas anteriores ya hemos esbozado algunos de los múltiples usos de los logbooks. En internet existen auténticos apasionados de este tipo de cuadernos, que dedican páginas enteras en blogs y webs, e incluso centran sus cuentas de Instagram, Twitter o Facebook, a ellos. Como ejemplo podemos poner a José Naranja, que dedica sus logbooks a dibujos y bocetos, a Catharine Mi-Sook, o a Bee Stanton, que los usa como "lienzo" para sus bonitas caligrafías, pudiendo llevárselos consigo a cualquier lugar, y usarlos aunque su smartphone se quede sin batería, o ni siquiera haya electricidad. Es la gran ventaja de estos cuadernos: que nos aportan una enorme libertad y nos permiten gran flexibilidad en su uso. Además, al ser muy portables y compactos, caben en cualquier parte, y podemos transportarlos con nosotros cómodamente. Su papel, al ser de calidad, y con tapas duras, colabora fundamentalmente a que también aguanten todo el ajetreo al que se les someta. Son, por tanto, enormemente polivalentes.
Es en eso, precisamente, donde MiquelRius ha hecho un genial trabajo con sus logbooks. No poseen solo un impactante y atractivo acabado, sino que sus materiales y composición están a la altura de lo que se espera de esta marca. Estamos hablando, por ejemplo, de unas cuidadas tapas, que son duras y nos permiten apoyarnos en ellas para escribir, por lo que no necesitamos ningún elemento extra: solo sacar el cuaderno y nuestro bolígrafo, y podremos "echar a andar" nuestra imaginación en cualquier lugar, por inhóspito, alejado o incomunicado que ese lugar esté. Unas tapas que, acertadamente -y al contrario que otros fabricantes- son realmente duras, nada de molestos acolchados que sí, son decorativos, pero muy poco prácticos. Su papel es de gran calidad, permitiéndonos con ello no solo poder hacer grabados y dibujos sobre él sino, además, conservar lo que escribamos durante más tiempo, aguantando exteriores y, por supuesto -algo en lo que el papel no tiene casi rival- admite acuarelas, por lo que incluso podrás pintar en él dibujos y grabados con esa técnica.
La banda de goma que llevan los logbooks de MiquelRius incorporada favorece el que podamos conservar el cuaderno en buen estado, aunque lo llevemos con nosotros a todas partes en un trasiego constante. Evita, por ejemplo, que las hojas se arruguen al golpear con otros objetos mientras lo transportamos, y también sirve de elemento de sujeción por si llevamos dentro del cuaderno alguna hoja suelta, documento o tarjeta.
Dicha banda de goma tiene la justa flexibilidad como para cumplir su trabajo, sin que dañe al propio cuaderno (otras marcas, como Dohe, sin embargo, la tienen tan excesivamente ceñida que la propia goma llega a dañar las páginas del libro y a deteriorarlas, haciendo precisamente el efecto contrario que deberían hacer, que es el de servir a una mayor integridad del cuaderno), y su soporte es firme y robusto.
Logbooks: el recurso perfecto para los que quieren volver a sentir el placer de escribir
La primavera se acerca, y muchos se van al campo a volver a disfrutar de la naturaleza. Otros, esperan ansiosamente ver asomarse el verano para poder reencontrarse con su refugio de paz y tranquilidad, o con vivir nuevas experiencias en un prometedor viaje. Ir contando sus pensamientos en un logbook, lo que viven y experimentan a diario, es una costumbre gratificante. Además, las ventajas de hacerlo son numerosas: si luego queremos compartir nuestras anécdotas con los demás, a través de las redes sociales, podremos recurrir al logbook y usarlo para trascribir, repasar o refrescar nuestro recuerdos.
Pero otra de sus ventajas está en que con un logbook nos aseguramos ser realmente poseedores de la información, de nuestra intimidad. Podemos plasmar en él lo que nos apetezca, sin el peligro de escribir cosas en el smartphone sin saber luego a dónde van a parar, con el peligro que conlleva no ya solo que alguien copie lo que pongamos en la red, sino de que -una amenaza no desdeñable- nuestro smartphone sea pirateado o hackers accedan a él a través de agujeros de seguridad mientras nos conectamos a cualquier aparato, o inalámbricamente.
Además, no podemos obviar tampoco el placer de escribir en el modo tradicional, una costumbre que colabora a poner en orden nuestros pensamientos, a aclararnos la mente y nuestras ideas, algo mucho más difícil en la vorágine de la inmediatez a la que nos obligan las aplicaciones online. Por eso cada vez hay más personas que son usuarios incondicionales de estos cuadernos personales.
Por otro lado, si nos gusta el dibujo, tanto esbozar paisajes o naturaleza, como algo más urbanita o nos gusta diseñar graffitis, los logbooks de MiquelRius son una herramienta valiosísima, al permitirnos tener un compacto libro en blanco que usar en cualquier lugar, y donde alojar lo que vamos dibujando, nuestras ideas o/y nuestros nuevos diseños, aunque nos encontremos de pie, en un bar, en el coche, un parque o en nuestro rincón preferido.
Como ves, los logbooks de MiquelRius son el recurso perfecto para llenarlo de nuestras ideas, vivencias, pensamientos y experiencias, todo ello en un cuaderno robusto, con la valiosa calidad que esperamos y capaz por ello de soportar nuestro ritmo y, además, enormemente útil y agradable de usar. Con un aspecto exterior para todos los gustos, desde motivos desenfadados a elegantes cubiertas, MiquelRius ofrece una gran variedad de alternativas en donde solo tienes que hacer una cosa: elegir el tuyo. Descubrirás mil formas de llenarlo de vida que hará que se convierta en tu inseparable compañero de diario.
Logbooks MiquelRius. Características:
- Cubierta: cubierta dura con bolsillo tipo sobre en la parte trasera.
- Papel: papel de calidad y gran durabilidad, de 100 gr/m2.
- Tamaño: 90 x 140 mm (o bien de 130 x 120 mm, a elegir).
- Páginas: 100 páginas en blanco.
- Variantes: logbooks Golden Collection con bordes dorado-metalizados; logbooks colección Way of Life; logbooks colección TuttiConfetti; logbooks clásicos y elegantes Mr. Miquel Rius.
- Usos: Innumerables (libro de dibujo -el papel de los logbooks de MiquelRius admite lápices acuarelables-, bocetos, libro de viajes, libro de aventuras, vivencias, cartas, pensamientos expresivos, caligrafía, borradores, libro de notas, cuaderno de apuntes rápido, cuaderno de bitácora, etc., etc.).
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