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13.2.18

Probamos las gafas de protección Bollé


Entre las marcas especializadas en gafas o lentes, una de las más competitivas tanto en precio como en calidad es Bollé. Este fabricante no solo hace gafas y máscaras deportivas, para especialidades como el esquí, el ciclismo o el motocross, sino que además de tener modelos de diferentes estilos de gafas de sol, y monturas para cristales graduados, nos ofrece una completa y excepcional línea de gafas de seguridad, para el trabajo. Todas ellas aúnan confort, comodidad, estética excepcional y un grado de protección incomparable.

La mayoría de gafas de trabajo que se suelen ver son ostentosas, antiestéticas e incluso grotescas. El saber hacer de Bollé nos demuestra con su línea de gafas de seguridad que la efectividad no está reñida con el buen gusto, ni la belleza con la eficiencia ni la ligereza.




Su línea Bollé Safety es muy amplia, y cubre todos los campos de aplicación posible: desde el laboratorio a la soldadura, desde el trabajo de campo en exterior hasta la protección contra radiaciones.

¿Qué nos ofrece Bollé que otros fabricantes de seguridad no tengan? Por de pronto, una experiencia y un saber hacer con muchos años de presencia en el mercado, y unos precios realmente atractivos.


El modelo que os presentamos aquí es un buen ejemplo de todo ello. Se trata del Bollé Spider en su versión ESP, unas gafas deportivas con un gran estilo y que pueden utilizarse en trabajos muy diversos, bricolaje y muchas otras actividades, gracias a su gran polivalencia.

Con Bollé no debemos temer equivocarnos, este fabricante tiene unos modelos en los cuales ofrece el máximo que le podemos pedir a unas gafas de este tipo, según cada necesidad.


El modelo Spider se ofrece en tres variantes distintas: una posee cristales incoloros, o sea: sin ningún tipo de recubrimiento a color, pero sí, por supuesto, con protección ultravioleta, recubrimiento antirrayaduras, y recubrimiento antivaho. Están destinados para ambientes con poca luz e interiores. La otra versión nos viene con unos cristales con espejado rojo, y se trata de la referencia FLASH, muy aptos para exterior y zonas con radiación solar elevada, ya que su filtro de categoría 3.1 es muy efectivo.

La tercera variante, que es la que os traemos aquí, es sin duda una de las más interesantes, y un modelo casi único en este tipo de gafas de seguridad. Se trata de la versión ESP la cual, además de recubrimiento ultravioleta (filtra el 99,99% de UVA/UVB -este último tipo es más dañino porque la córnea del ojo los absorbe-), que nos asegura una protección prácticamente total, de una tenue coloración oscura (nivel 1.4), añade un filtro de luz azul. Algunos os preguntaréis qué es eso de "luz azul". Bien, seguramente habréis leído que las pantallas de dispositivos móviles y de ordenadores afectan al cerebro, e influye negativamente en nuestros niveles de melatonina, incrementando también el ritmo cardíaco y elevando la tensión arterial. Por si ello fuera poco, algunos estudios señalan que afecta también a las migrañas, incrementando los dolores de cabeza, o pudiendo favorecer el desarrollo de cataratas. Finalmente, la luz que emiten los dispositivos electrónicos produce cansancio y fatiga visual. El recubrimiento de las lentes de estas gafas sirve precisamente para eso, y su nombre de ESP viene de "Percepción Extra Sensorial", siendo capaz de reducir los deslumbramientos por luz azul y filtrar mediante un recubrimiento especial (el B-ESP) hasta el 70% de la radiación azul, y llega hasta el 64% del espectro visible. Son, por lo tanto, no solo las gafas ideales para todo "hacker" que se precie, sino para aquellas personas que han de proteger sus ojos ante esas dañinas emisiones, en unos dispositivos (los ordenadores) cada vez con más protagonismo en muchos trabajos.


Los filtros de luz azul no solo se usan en gafas de protección como éstas, sino que se están haciendo cada vez más populares en otro tipo de gafas de diario, incluso por un incremento de aproximadamente 20€, podemos pedirle al óptico que nos añada ese tipo de filtro para nuestros cristales graduados. Ese tipo de filtro, junto con el ya casi imprescindible ultravioleta, y el cada vez más popular infrarrojo, está llamado a ser una de las innovaciones que probablemente nos ofrezcan en el futuro también la mayoría de gafas de seguridad de los fabricantes mas renombrados.

El diseño, muy futurista, de las Bollé Spider, es otra de sus grandes virtudes, con una visión periférica excepcional y una ligereza magnífica, de sólo 26 gramos.


Además de todo lo mencionado, como buenas gafas de seguridad, y como mencionamos antes, las Bollé Spider incluyen cristales reforzados anti-impactos de 2 mm. de grosor (categoría F), pero no se quedan ahí: las tres versiones del modelo Spider soportan agresiones de categoría T, que añade a la resistencia mecánica de la categoría F la resistencia ante impactos por partículas lanzadas a gran velocidad y a una temperatura extrema, y finalmente ofrecen resistencia de categoría K, que añade la capacidad de soportar deterioros superficiales por finas partículas.

Su montura es de resina, con un cómodo almohadillado de goma blanda en la zona de la nariz (el puente) y en los extremos de las patillas, en el primer caso cumple la función de amortiguación, y en el segundo de antideslizamiento. Las mencionadas patillas están construidas en Nylon, con la capacidad de soportar tensiones manteniendo la forma y la flexibilidad.


Aun a pesar de ser unas fantásticas gafas, como acabamos de ver, hay dos pequeños detalles que Bollé podría haber mejorado. Uno de ellos es el sistema de anclaje de las patillas a la montura, mediante un tornillo minúsculo que, además, está colocado en la parte baja, con lo cual el riesgo de acabar perdiéndolo es notable. Es cierto que este tipo de anclaje es lo habitual en gafas de seguridad como estas, sin embargo en Bollé deberían habérselo dispuesto con la cabeza en la parte superior, para no correr tanto el riesgo de extraviarlo si se afloja.

El otro defecto, este bastante peculiar, es el logotipo de la marca, el cual en Bollé han grabado su "b" característica en la parte lateral inferior de las lentes. Es cierto que al ser unas lentes muy panorámicas apenas molesta, pero cuando llevamos la vista hacia ese lado da la sensación de que llevamos un "mosquito" o un "bicho" pegado, creando una cierta incomodidad. En Bollé podían haberlo solucionado fácilmente retirándolo, o grabándolo con transparencia, como el marcaje de seguridad de las propias lentes. Esperemos que en sucesivas versiones tengan más en cuenta estos minúsculos detalles, que no afectan a la utilidad y funcionalidad de las gafas, pero que no les costaría nada solucionar.


Dejando de lado esos pequeños inconvenientes, las Spider son unas estupendas gafas, tanto para un uso ocasional o intensivo (están homologadas para un uso constante, es decir, para toda una jornada de trabajo o para toda una sesión de actividad, sea ésta cual sea, al ser de uso Nivel 1).

Como veis, en cuestión de gafas de seguridad es habitual inundarnos de especificaciones, nomenclaturas, estandarizaciones, homologaciones y normas, pero no es un tema banal y no debemos pasarlo por alto, puesto que no todas las gafas de seguridad son iguales ni cumplen la misma función y, algunas de ellas, incluso solo son recomendables para un uso ocasional. Conviene por lo tanto no solo fijarse en su forma, diseño y estética, sino en sus especificaciones las cuales, como vemos, en las Spider son realmente impresionantes.


Bollé nos ofrece en sus Spider unas excepcionales gafas, con una comodidad muy elevada y con la confianza que nos da una marca tan conocedora del mundo de la óptica como Bollé. La verdad es que poco más se puede pedir. Eso sin olvidar su espectacular estética, de estilo gafa deportiva que no solo cumple fantásticamente su labor de protección sino que nos aporta una visión en todo el campo visual asombrosa, sin molestos marcos o líneas de separación como tienen otras gafas con armazón sin transparencias.

Y si quieres estilos parecidos similares a estas geniales Spider, en Bollé te ofrecen las Hustler, que repelen agua y calor, o las Rush+, con recubrimiento exclusivo anti-niebla, o las Solis, que en sus variantes Green están hechas con materiales biodegradables, además de numerosos modelos con opciones de protección y capacidad de filtrado para cualquier necesidad. Así que ya lo sabes, cuando tengas que confiar en unas gafas con un insuperable equilibrio en calidad/precio, pide unas Bollé, no hay nada mejor en el mercado.







| Redacción: CODE Intermedia | codeintermedia.com