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19.2.18

Prueba: Compresor de aire de Casals


Durante estos días, y hasta el próximo 26 de noviembre, Carglass tiene una interesante oferta en donde nos obsequiarán con un compresor de aire con cualquier cambio o reparación del parabrisas de nuestro vehículo. Esta oferta, aplicable en un servicio oficial o taller móvil (puedes ver los centros aquí), intenta ayudar a los conductores a que vigilen el buen estado de sus neumáticos, en especial mantener la adecuada presión de los mismos, algo esencial no solo para la longevidad de las ruedas, sino para la seguridad y comodidad al conducir.

Gracias a Carglass os podemos presentar ese compresor, y así valorarlo y verlo más en detalle, para que podáis conocer más de cerca este útil accesorio. El modelo es un VTI260, un compresor de aire que incluye un cable de tres metros, toma eléctrica de 12 voltios (para conectar con la terminal de nuestro vehículo) y que ofrece una presión de hasta 10 bares, esto es: no solo puede inflar las ruedas del coche, sino también las de la motocicleta, bicicleta, balones de fútbol, pelotas, globos y demás, ya que el compresor incluye numerosos accesorios (boquillas).




Con una garantía del fabricante de 2 años, el compresor es de una marca de reconocido prestigio, Casals, con sede en Cataluña, y que forma parte del conocido grupo Taurus, fabricantes también de diversa electrónica para el hogar. De hecho, Casals es la división de herramientas eléctricas de la matriz.

Lo primero que nos llama la atención en el compresor de aire de Casals que nos obsequian en Carglass es su forma, con un diseño muy acertado que recuerda a un neumático. El compresor incluye un manómetro en la parte superior, con escala de kg/cm3 para controlar la presión que estamos ejerciendo en el inflado, y en la parte inferior de éste, (todo esto en el frontal) el interruptor de encendido y apagado. O sea: no puede ser más sencillo, y su uso es enormemente intuitivo.


Alrededor de lo que sería la banda de rodadura simulada del dispositivo encontramos la manguera de aire, con el manguito o conector, en cuya boca podemos incorporar los distintos adaptadores que también trae el compresor en el embalaje. En la parte trasera se encuentra la salida del cable eléctrico, que es lo suficientemente largo como para que podamos conectarlo en el salpicadero del coche y usar el compresor en las cuatro ruedas. Su uso es muy sencillo: una vez conectado a la toma de corriente (recuerda que tiene que ser de 12V y 10 amperios, algunas motocicletas actuales y scooters también poseen clavija con ese voltaje) debemos desenrollar completamente el cable de alimentación. Esto es muy recomendable para que el cable no se sobrecaliente, al estar enrollado sobre sí mismo, evitando así riesgos potenciales. También debemos tener precaución de no encender el motor del automóvil mientras el compresor esté funcionando, y de no abusar de su potencia porque, aunque posee elementos de aireación posteriores, con un uso muy constante puede sobrecalentarse y estropearse. Es decir, más o menos lo común a este tipo de compresores, cuyo uso está pensado, principalmente, para el ámbito doméstico, y no para un uso profesional todo el día (para eso existen compresores especiales).

Como es lógico, nunca debemos sobrepasar ni la presión aconsejada por el fabricante del neumático, ni la admisible por el compresor (por ejemplo, no es apto para inflar ruedas de camiones de gran tonelaje), ya que en el primer caso podrían producirse serios daños al reventar el neumático, y en el segundo el compresor no inflaría lo suficiente. Asimismo, debemos tener en cuenta que cuando inflamos elementos con muy poca presión (pelotas o globos...), puede ser que el lector de presión (la aguja del manómetro) no se mueva o se mueva muy poco, y ante esto debemos trabajar con extremo cuidado para no superar la presión permitida por el elemento que estemos inflando.


En el mismo manual se nos informa que la mayoría de neumáticos para automóvil se inflan a una presión entre 1,6 y 2,2 bares, y en bicicletas -siempre dependiendo del neumático- puede que lleguen hasta los 2,7 bares. No obstante, lo mejor es informarse antes consultando la banda lateral del neumático, en donde el fabricante informa de la presión máxima admitida por el mismo.

El compresor de Casals que nos obsequian en Carglass incluye un manual en tres idiomas, entre ellos el español que, aunque conciso, resume e informa sobre el uso adecuado del compresor de manera rápida y sencilla, por lo que la mayoría de usuarios, aunque no tengan ningún conocimiento mecánico, podrán usarlo sin ningún problema.


Hay que destacar, asimismo, que el Casals VTI260 posee un diseño muy compacto, que facilita el llevarlo siempre con nosotros en el maletero o guardarlo en nuestro garaje ocupando muy poco espacio. Además, al permitir enrollar la manguera de aire alrededor del mismo, y el conector del cable en un compartimento específico en su parte trasera, evitamos que se dañe y nos aseguramos poder encontrarlo siempre en las mejores condiciones cuando lo necesitemos.

La verdad es que es una genial iniciativa por parte de Carglass el ayudar a los conductores con este tipo de accesorios para nuestro automóvil, que no solo redundan en una mejora del mantenimiento del coche, ayudando con ello a aumentar notablemente nuestra seguridad, sino que facilita la tarea cotidiana de vigilar y controlar el estado de los neumáticos. De manera que si estás pensando en reparar o sustituir el parabrisas de tu automóvil, éste es un buen momento para hacerlo y llevarte además un compresor que puede sacarte de más de un apuro.








| Redacción: CODE Intermedia | codeintermedia.com