Cuando me pongo a pensar que hace veinte o treinta años la mayoría de transistores incorporaban recepción AM (modulación ampliada), y que FM (frecuencia modulada) solo se destinaba a algunos tipos de receptores, y que era considerada casi como algo secundario, no puedo sentir una enorme sensación de contrariedad. Lo que son las cosas, lo que es el tiempo y sus paradojas.
En el mercado de aquel entonces, a la hora de adquirir un receptor de radio barato, te quedaban como única elección los de AM. Philips, Sony, Radiola, Sanyo y tantas marcas parecidas disponían de aparatos exclusivamente para modulación ampliada (o Amplitud Modulada). La llegada de las radio-fórmulas musicales, el estéreo y la potenciación de la radio como figura de entretenimiento como su papel principal (emisoras donde todo, las veinticuatro horas del día, era música) hizo que las emisoras en FM crecieran como setas.
Cuando el dial en FM se llenó de emisoras, y en el de AM solo se quedaron unas pocas que podían mantener los niveles técnicos que se exigían (principalmente grandes emisoras nacionales) ya empezó a hablarse de la desaparición de las AM. Por fortuna no fue así, pero sí es verdad que la banda AM acabó bastante desangelada. Ahora en la mayoría de regiones de España solo la ocupan la Cope, RNE, la SER y RNE5 (la extinta Radiocadena). El resto de emisoras se fue yendo, o prefiriendo, la banda de los megaherzios.
La llegada de teléfonos móviles, MP3s, MP4s y demás, en donde solo ofrecen recepción de radio en FM (principalmente por cuestiones de espacio, para ahorrarse la antena de ferrita y dejar que se ocupe de hacer de función de antena el cable de los auriculares), junto con la aparición de receptores que ya ofrecen únicamente una sola banda (la FM en su mayoría, por ser más práctica al contenerse en ella un número de emisoras más numeroso), vuelve a traer de actualidad la cuestión de la necesidad de la banda en AM.
Las tornas se han cambiado, y si antiguamente, como contaba, los receptores más asequibles de una sola banda elegían ofrecer la AM (por su simplicidad técnica y, con ello, su bajo precio), ahora ofrecen la FM.
Por fortuna la AM no ha desaparecido, y aunque su sonido pueda ser más difícil y de menos calidad, el ruido suele ser menor y la recepción mucho mejor y con mayor potencia, por las características más simples de su modulación.
Creo que es imperativo seguir apostando por la banda AM, si bien no sea muy atractiva para una radio comercial típica de música al no transmitir en estéreo (aunque sí sea posible en AM, a nivel práctico para la radio no es así), sí lo es a nivel de información y de poder llegar a sitios más alejados gracias a su mayor cobertura.
Si las emisoras en AM desaparecieran supondría una enorme pérdida, al fin y al cabo tener dos bandas no es solo comodidad, son más opciones de las cuales los que aman y escuchan la radio siempre quisieran tener y disfrutar, y por ello no debería considerarse algo opcional. La Onda Media -"MW", "medium wave"- (dentro de AM existen tres tipos: larga, media y corta) es una de las formas más antiguas y longevas de hacer radio, y su importancia en muchas partes del Globo continúa siendo vital, sobre todo cuando se requiere cubrir grandes áreas sin necesidad de repetidores o estaciones accesorias, gracias a su capacidad específica de reflexión en la atmósfera.
Por otra parte hay más amenazas que se ciernen sobre la radio, más importantes aún que la eterna lucha AM y FM, y son las radios digitales. En la actualidad el conflicto de intereses y tecnología han hecho que se peleen entre ellos DAB+, DMB o DRM+, y no haya un vencedor claro, aunque parece ser que la industria tiende a inclinarse del lado del DAB+. Como ocurriera en su día con el vídeo en VHS o Beta, coexisten en una lucha de poder por hacerse con la dominación del mercado. En aquellos años 80 también las cintas casette parecían acabar con el dominio del disco de vinilo, y aquéllas (a su vez) siendo vencidas por el actual CD. Pero la tecnología de discos de vinilo físicos parece vivir una segunda juventud, no tiene la calidad de un CD, pero no importa, la gente busca otra cosa. Esa "otra cosa" puede llamarse nostalgia o sentimentalismo, y forma parte del espíritu humano. Es algo intrínseco a nosotros, porque no somos robots. ¿Ocurrirá lo mismo con la radio analógica frente a todas esas nuevas tecnología de codificaciones digitales?
| Redacción: CODE Intermedia | codeintermedia.com
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