Dado que tengo la oportunidad de disponer de las gafas de seguridad de dos fabricantes de renombre, la francesa Bollé y la española Pegaso (OPTOR S.A.U), no he querido dejar pasar la oportunidad de hacerles una comparativa con sus mayores virtudes y defectos.
La diferencia de precio entre las dos es notable, ya que las Pegaso cuestan el doble, y se nota, pero a cambio tenemos unas gafas mucho mejor construidas y de mas calidad. No estamos hablando, en cualquier caso, de mucho dinero, puesto que mientras las Bollé Spider nos salen por unos 8 €, las Pegaso F1 nos salen en torno a los 20 €.
Es curioso que, a pesar de contar el modelo de Bollé con mayor superficie ocular en la montura, en realidad las de Pegaso cubren y protegen mejor el ojo. Esto es así porque las de Pegaso no solo se ciñen mejor a la cara, sino que la abrazan más adecuadamente gracias a su más robusta montura, mientras que las Bollé tienden mucho a deslizarse, soltarse y aflojarse.
Por contrapartida, las Bollé son notablemente más ligeras, y esa mayor robustez y solidez se paga en las Pegaso con unas gafas bastante más pesadas. No obstante gracias a su mejor ajuste, las de Pegaso son también muy cómodas.
Hay dos aspectos distintos que molestan -y mucho- en ambas gafas. Empezando por Bollé, son unas gafas que no están equilibradas. Esto se puede comprobar colocándolas -como explicamos en el vídeo que encontraréis al final- sobre una superficie lisa, y vemos que una de las patillas se eleva, cuando deberían estar las dos en contacto con la superficie plana. El que no sean unas gafas equilibradas y, por lo tanto, no estén bien construidas (ni diseñadas) es algo muy grave, y tiene como resultado que, colocadas en el rostro, las gafas quedan torcidas. O sea: en la práctica, las Bollé acaban protegiendo más un ojo que el otro, algo intolerable en unas gafas de seguridad, y más aún tratándose de un fabricante con -supuestamente- tanto prestigio como es Bollé, que fabrican gafas de todo tipo.
El otro inconveniente de las Bollé no es menos grave: al no ser equilibradas, una de las patillas se apoya más sobre la oreja que la otra, causando molestas rozaduras e incluso heridas en la oreja.
Es una pena puesto que, si bien los cristales de la Bollé son muy buenos, todos estos defectos hacen que estas gafas sean poco -o más bien muy poco- recomendables, porque todas esas virtudes de cristales se va al traste con el diseño de la montura, y eso que en construcción la montura es bastante "pasable" (frágil, pero tolerable teniendo en cuenta su precio).
Respecto a Pegaso, el modelo que hemos probado es, por lo general, bastante aceptable, pero tiene un gran defecto y es que sin la protección interna de foam, estas gafas molestan mucho en el puente, por lo anchas y voluminosas de sus almohadillas. Es evidente que son unas gafas hechas y pensadas para usarlas con la protección del foam, y que en Pegaso ofrecen modelos que no llevan ese marco interno, pero es algo a tener en cuenta por si alguien piensa usarlas sin ese marco, lo cual no es nada aconsejable, ya que las gafas perderían buena parte de sus bondades y, sobre todo, casi toda su comodidad.
Otro defecto es que sus largas patillas apenas ofrecen curvatura hacia abajo, como tienen otras gafas. Debido a ello, cuando se utilizan con casco las patillas tienden a golpear la zona inferior del mismo, levantando las gafas y, aparte de molestarnos y empujar las patillas hacia las orejas (haciéndonos daño), al elevar las gafas pierden sus propiedades de protección integral, algo muy a tener en cuenta si vamos a usar estas gafas de Pegaso con casco, lo que no sería prudente.
En resumen, diremos que en líneas generales el modelo de Pegaso es mucho mejor, es cierto que son más caras, pero ofrecen mas comodidad y mayor protección. Eso sí, siempre y cuando no las uses con casco, porque si necesitas llevar cualquier tipo de protección en la cabeza, nuestro consejo es que elijas otro modelo de Pegaso con unas patillas menos rectas y que sea en la parte posterior algo más curvada. Tal vez las Fever o Brave serían una mejor elección, por desgracia, e inexplicablemente, en Pegaso no han querido que las probásemos.
| Redacción: CODE Intermedia | codeintermedia.com