No soy de los que lleven billetera consigo (salvo casos excepcionales), ni tarjetero (salvo en determinadas ocasiones en las que vaya a necesitarlas), de hecho, no suelo llevar ni dinero, por lo que un monedero es algo que pasa a segundo plano entre mis necesidades de complementos. Así que con uno de "los chinos", o algunos que tengo guardados de cuando los regalaban con un producto de detergente, tengo más que suficiente.
El problema es que los de "los chinos" no duran ni dos veranos, y suelen desgastarse muy pronto y/o deteriorarse, presentando roturas en el delicado forro interior. Además, estos monederos compactos, que son -bajo mi punto de vista- los más útiles, suelen venir con un broche a un lado, que es sumamente incómodo el trabajar con él (siempre tengo en dudas si poner en ese sitio los céntimos, o las monedas más pesadas). Hace unos días, mientras caminaba por la calle con una compañera, al abrir el broche saltaron las monedas por los aires y os podéis imaginar "el escándalo", así que harto de esos "embustes chinos" he decidido traeros (y probar) un monedero de más calidad, que a un precio bastante competitivo (en torno a los 3 €) nos encontramos con una gran variedad de colores. Se trata de los monederos de R. Monzo, hechos en España.
Tras su firma, "RMN Complements", podemos ver la seña del fabricante, R. Monzo, el cual es el acrónimo de Rafael Monzo Diaz, que está al frente de la empresa Creaciones R Monzo S.L. Probablemente este nombre no os dirá nada (ni siquiera, de hecho, tienen página web), pero si os digo que son los mismos que Ferchi seguramente veréis las cosas mucho más claras. Además de Ferchi, son también los dueños de Fermonbag S.L., otra compañía con bastante historia que se registra en 1995 y aparece en el mercado en 1997 (en realidad se registra en diciembre de 1995, por lo que podría considerarse que empieza a operar en 1996). Fermonbag es la firma que está detrás de Ferchi, realmente. También eran propietarios de Interpiel, S. L., y digo "eran" porque estaba en proceso de liquidación.
RMN nos garantiza, por lo tanto, un producto español a un precio muy competitivo. Posee varias ventajas respecto a un producto chino, y es que es un monedero con tres cremalleras, mucho más útiles y prácticas que el broche de sus competidores chinos. Además, es ligeramente más grande y su piel -al menos al tacto- es de mucha mayor calidad y consistencia (sobre su duración, eso ya lo veré).
Las cremalleras vienen sin firmar, mientras que las de "los chinos" hay que reconocer que son de calidad, y firmadas por GEOSL. Tengo que reconocer que la cremallera de RMN es un poco "tosca", y su funcionamiento no es demasiado suave. Y ya que estamos mencionando defectos, hay que destacar el que la terminación de la cremallera principal deje bastante que desear, y haya sido cosida doblándola. No debería ser un problema porque se supone que en esa zona no deberíamos llevar cosas pequeñas, pero es un detalle de acabado muy desagradable.
En su interior, como suele ser habitual, el monedero de RMN nos ofrece una anilla para las llaves, algo que para mí no tiene ningún sentido y que siempre acabo retirando.
Respecto a su composición, el exterior es de piel auténtica (bovina), mezclándola con polipiel (piel sintética) y textil (supongo que para las cremalleras). Su forro es íntegramente textil. Es una lástima que como elemento textil no eligieran nylon, lo cual lo haría realmente duradero.
A priori parece un producto duradero, exceptuando el forro interior que sigue siendo la parte más frágil. Veremos si realmente lo es, o si acaba deteriorándose el mencionado forro o rompiendo las cremalleras, que honestamente -aunque es solo una impresión- no me inspiran demasiada confianza. Si, por el contrario, logra resistir el trote que le voy a dar a diario, será una buena decisión por el dinero que cuesta este tipo de complementos de uso diario. Por cierto, que en RMN también hay variantes más femeninas, y también con un tamaño mayor.
| Redacción: CODE Intermedia | codeintermedia.com
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