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4.2.18

Prueba y opinión del teclado Logitech k120


Con los teclados Logitech seguramente todos tenéis una gran experiencia. De hecho, esta marca es famosa precisamente por ese tipo de periféricos, tanto por sus ratones, como por sus teclados. El teclado que uso normalmente es, curiosamente, el inmediatamente superior a éste, el k200. La única diferencia entre los dos, entre el Logitech k120 y el Logitech k200 es que en el k200 existen una serie de accesos directos en la parte superior (botones con los que se puede controlar el volumen, lanzar la calculadora, o poner en hibernación el PC) de los cuales éste carece. En todo lo demás son calcados.

Tengo que empezar diciendo que odio los teclado en negro. Por desgracia, en Logitech casi no hay otra alternativa. Según ellos, la razón de que todos (o la mayoría) de sus teclados sean negros es que así logran dar un mayor contraste entre las etiquetas de las teclas y el fondo, logrando que éstas se localicen mucho mejor.




Para alguien como yo, que apenas mira hacia el teclado, podéis suponer que eso carece de importancia. Obviamente, habrá gente que sí lo necesite, aquellos que, por ejemplo, empiezan a manejar computadoras, aunque hoy en día no creo que haya muchos.

El embalaje del Logitech k120 es el clásico de caja de cartón, asegurada por dos tiras adhesivas transparentes. Dentro encontramos un pequeño manual de usuario, y el propio teclado, envuelto en una bolsa transparente.


Es de agradecer que Logitech supere la garantía obligatoria, que es de dos años, y nos ofrezca tres. Pienso que un teclado podría aguantar perfectamente cinco o diez años, pero con un uso intensivo la verdad es que los de Logitech puede que lleguen "raspando" a cuatro años, no mucho más. A partir de ahí algunas de sus teclas se bloquean, y las etiquetas, que van solamente pintadas sobre las teclas, se borran. Insisto que esto es con un uso intensivo, pero ocurre (a mí me ha ocurrido en todos y cada uno de los Logitech que he tenido).

La verdad es que probablemente debido a esto Logitech se cura en salud, y ya advierte en el embalaje que el teclado puede soportar hasta diez millones de pulsaciones. Pueden parecer muchas, pero si por ejemplo lo usas a diario para escribir textos, esos diez millones se quedan en nada (con 250 ppm, ocho horas diarias, son 120.000 pulsaciones al día, si lo hiciéramos en un año -ya sé que no, pero supongamos- nos daría más de 40 millones de pulsaciones anuales; como véis, en realidad 10 millones de pulsaciones, aunque a simple vista lo parezca, no son tantas).


Esas diez millones de pulsaciones incluyen a todas las teclas, excepto a la de bloqueo numérico. La razón es sencilla: la de bloqueo numérico funciona como un interruptor, y dado que puede abusarse de ella y depende de circuitería, y no solo de la mecánica de la membrana, puede acabar teniendo daños en su conexión con el LED. En todo caso es difícil que eso ocurra, de hecho tras muchos años explotando al máximo los teclados Logitech, nunca me sucedió algo así.

Como en todos los Logitech, el tacto es excelente, apenas hace ruido y las teclas funcionan a la perfección, incluso si operamos la del espaciador en los bordes (aunque a veces es verdad que no es tan ágil si la pulsamos ahí, y lo mejor es teclear lo más centrado posible).


La conexión al ordenador es de tipo USB, obviamente por cable (odio los teclados inalámbricos) y, al no disponer de teclas con configuración especial, podemos "enchufar y listo". De hecho, el k200 también podemos hacer lo mismo, "enchufar y listo", porque las teclas de accesos directos son genéricas y, bajo windows, las reconoce al instante el sistema operativo.

Aunque el Logitech k120 posee patillas, éstas son algo frágiles, por lo que conviene no apoyarse mucho en él si las usamos. No obstante, yo nunca suelo usar teclados con las patillas de apoyo levantadas (se fuerzan más los dedos y la muñeca, y se teclea peor, cansa más, y se eleva el riesgo de lesiones como la del síndrome del túnel carpiano).


La distribución clásica de teclas en el Logitech k120 ayuda bastante a adaptarse a él, aunque en todos estos años nunca me acabo de acostumbrar a la tecla de "intro", dispuesta al revés que en los teclados más clásicos e históricos (que tenían "el saliente" hacia abajo), ese es un diseño "marca de la casa" que supongo que en Logitech nunca se han planteado cambiar.

El Logitech k120 es un teclado sencillo, pero en eso estriba también su genialidad. Si escribes mucho y haces un uso constante del teclado, sin lugar a dudas éste modelo es un buen candidato a convertirse en tu teclado de diario, porque es asequible, sencillo y robusto, y está pensado para eso: para exprimirlo al máximo. Todo ello con la calidad de Logitech. No es el mejor teclado del mercado, obviamente, ni el más duradero, pero sí uno de los más sufridos, un teclado hecho para exprimir, no para presumir ni decorar.


Su mayor defecto, que comparte con todos y cada uno del resto de teclados de Logitech, es el mencionado anteriormente, y tras un uso constante los caracteres de sus teclas pintadas no resisten mucho tiempo, lo cual es una pena porque acabas teniendo que tirar a la basura un teclado que bien podría seguir funcionando durante muchos años más. No se si por obsolescencia, o por simple desinterés (o por cuestión de costes, que también puede ser) Logitech no incorpora el dibujo de la tecla dentro de la misma tecla (como hace Casio en sus calculadoras, por ejemplo), probablemente porque están pensadas para que, tras esos millones de pulsaciones, se empiecen a desprender y uno comience a considerar ya la compra de otro teclado. Una lástima.



| Redacción: CODE Intermedia | codeintermedia.com