
Esto de la "ecología de salón", como yo lo llamo, va por modas. Antes eran los coches: todos los coches eran malos, y había una guerra abierta contra las micropartículas de los humos de escape. Parece que esa moda ha pasado y que ahora los coches fueran la cosa más amigable con el medio ambiente. Ahora las miradas se van al plástico. Está muy bien, yo no tengo nada en contra de ello, pero veréis que hay mucho de demagogia.
Desde hace unas semanas Casio nos viene torturando con sus mensajes en contra de los plásticos, y yo me pregunto: "perfecto, ¿cuándo empezamos a reducir plástico?". O mejor aún: "señores de Casio, ¿por qué no empiezan por ustedes mismos?". Yo me apunto, pero la mejor forma de que esto cambie no es haciendo click en "me gustas", ni repitiendo links de denuncia ambiental ni poniendo twitts (o sea: "ecología de salón", como dije). La mejor forma es dando ejemplo, así que empecemos:
- Reduzcamos plástico. Cambiemos sus millones de cajas de resina inservibles que hacen para sus relojes, y háganlas de metal.